Nunca he sido una persona que lee poesía y Elvira Sastre cambió ese aspecto. Sinceramente, no recuerdo exactamente como llegué a sus libros, pero una vez empecé no pude parar. Si echo la vista atrás creo recordad que ni siquiera sabía su nombre cuando leí uno de sus poemas y, debido a la educación que nos inculcan pensé que era un hombre; y que equivocada estaba.

La poesía de Sastre es íntima, es cálida, te hace sonreír, llorar, una poesía, como bien comenta ella, visceral y directa, solamente con leerte uno de sus poemas puedes volar entre sus versos. Sin lugar a dudas, si tuviera que elegir un libro de poesía suyo con el que quedarme sería Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo y con el poema Irene.

¿Sabes eso de abrazar a alguien
y sentir que el entrelazamiento es perfecto?
Que no sobran las manos,
que el tamaño de los brazos es el ideal,
incluso la altura de los corazones se ajusta
y parece que todo se resuelve en un latido.

Poco a poco, me fui adentrando más en sus libros hasta llegar a Días sin ti, su primera novela y espero que no la última. Y ¡Qué novela!, mi mejor lectura del año pasado sin lugar a dudas. Creo que llegó en el momento preciso y la hora clave. Me hinche a llorar, un libro para leer despacito, fijándote en los detalles, una historia de una familia y su amor. Opino que la palabra clave para definirla es preciosa. Debéis leerla.

Sin lugar a dudas, Elvira Sastre llegó a mi vida para quedarse, y pasa a ser una de esas autoras que cuando sacan libro tengo, bueno no, debo comprármelo.

¿Qué autor os ha hecho apasionaros por un género?

Una lectora singular.