
Tomates verdes fritos en el café de Whistle Stop de Fannie Flagg
«Libre; igual que todas aquellas personas que estaban allí con ella y que, pese a haber sufrido tanto, no habían dejado que el odio y el temor aniquilasen su capacidad de amar»
Capítulo: La iglesia Baptista Martin Luther King Memorial.
Patricia Niel (1944), más conocida como Fannie Flagg, es una actriz y escritora estadounidense, principalmente conocida por el libro que nos trae hoy aquí: Tomates verdes fritos en el Café de Whistle Stop (1987). Además del popular libro, la autora escribió otros seis como son: A Redbird Christmas, Welcome to the world, Baby Girl!, o Daisy fay and the Miracle Man.
Es curioso como el libro fue tildado en su momento de “lectura para mujeres”, que mala costumbre tiene la sociedad, en encerrar las lecturas en bloques tan pequeños: “lecturas para niños”, “lecturas para hombres”, “lecturas para grandes lectores”, dejemos que la gente lea lo que quiera, cuando quiera y donde quiera. Cabe reconocer, que fue candidato al premio Pulitzer.
¿De qué va exactamente?
Se podría decir que Tomates verdes fritos gira en torno a la vida de Evelyn Couch, cuando un buen día va a visitar a su suegra y se hace amiga de Mrs. Threadgoode o Ninny. Durante esas visitas Ninny le contará a su nueva amiga la vida de sus amigos en Whistle Stop, principalmente la vida de Idgie y Ruth durante los años de la Gran Depresión. Gracias a estas historias, Evelyn saldrá fortalecida y a sus casi cincuenta años tomará las riendas de su vida por primera vez.
A medida que avanzamos en la novela, podemos comprobar los diversos temas que tratan, a cada cual más importante e interesante: El racismo, la menopausia, la muerte, el lesbianismo o la violencia de género.
¿Qué me ha gustado?
Hacía muchísimo tiempo que no disfrutaba tanto de un libro y, al acabarlo, me sentía vacía y llena a la vez de todas las enseñanzas que me ha proporcionado, sobre todo, de parte del personaje de Ninny Threadgoode (por eso, creo que es mi personaje favorito); considero que esto es debido a que gran diversidad de temas que se tratan en el libro. Uno de los que más me ha sorprendido, es la forma tan natural de tratar la homosexualidad del personaje de Idgie. En un capítulo, mama Threadgoode les dice a los hermanos que Idgie está enamorado de Ruth, de una manera tan clara y sin darle importancia alguna:
Mamá nos miró a todos y susurró: “Mirad, niños, vuestra hermana está que bebe los vientos por Ruth, y eso es algo que no se puede evitar. Así que nada de reírse de ella ¿Entendido?”.
Capítulo: Residencia Rose Terrace
Otro de los temas que más me ha llamado la atención, quizá por la forma de tratarlo, con una naturalidad como si no importase, pero a la vez señalándolo en la obra e intentándole poner fin es la violencia de género o el machismo. Quizá no ha sido tratado del mismo modo que actualmente, sin embargo, debemos recordar que estamos hablando de un libro de 1987. Precisamente, esa violencia o machismo escala hasta el punto de mentir a la gente para no admitir que tu mujer te ha abandonado por maltratador:
Al día siguiente, Fran Bennet fue a la ciudad y le dijo a todo el mundo que Ruth se había vuelto completamente loca a causa de la pena que le había producido la muerte de su madre; y que había tenido que ingresarla en un manicomio de las afueras de Atlanta.
Capítulo: Valdosta
El tema de la menopausia considero que es uno de los mejores tratados a lo largo de la obra. Como Evelyn no entiende lo que le sucede y como será gracias a la Mrs. Threadgoode que irá descubriendo que pasa realmente y sabiéndolo afrontar con dignidad, a pesar de costarle muchísimo al principio, sobre todo, porque Evelyn ya se siente vieja.
—Pero es que yo tengo la sensación de ser demasiado joven para pasar por eso —dijo Evelyn—. Sólo acabo de cumplir cuarenta y ocho.
—Qué va, encanto. Muchísimas mujeres lo pasan antes. Se dio un caso con una georgiana de sólo treinta y seis años, que cogió un día el coche y subió con él por la escalinata del Palacio de Justicia del condado, bajó la ventanilla y le tiró la cabeza de su madre, a quien acababa de cortársela en la cocina, a un policía, gritándole: “¡Hala, para ti!”, y volvió a bajar la escalinata con el coche. Así que, ojo, que en eso puede parar una menopausia precoz si no tienes cuidad.
Capítulo: Residencia Rose Terrace.
Otro de los pluses que ha tenido esta novela es que no he podido parar de reír, sobre todo, con el personaje de Dot Weems. Sus semanarios entre capítulos, un pelín más largos, hablándonos de lo que sucedía en el pueblo, pero, sobre todo, comentándonos su vida matrimonial considero que es una muy buena forma de destensar el ambiente más intenso que tiene el libro. Aunque debemos tener en cuenta que el humor se esparce por todo el libro en general. Son un acierto total.
¿Qué no me ha gustado del libro?
Podría estar comentando aciertos de la novela todo el día, pero se haría muy pesado. Así que, pasemos a los errores. Y aquí llega mi gran dilema: los fallos que he encontrado son tan superfluos que no podría decir categóricamente esto es un error total.
He leído muchos comentarios, sobre todo, en la plataforma de Goodreads que es un libro racista. Mi opinión es que estas personas están leyendo el libro con las gafas de hoy en día. Es decir, tenemos escrito este libro en el año 1987, lo escribe una mujer de Alabama, que además basa su historia en la Gran Depresión, hablamos del año 1929 en Estados Unidos, concretamente,y en el mismo territorio de donde ella era. Además, muestra la gran influencia que tuvo el Ku Klux Klan en la zona y lo deja expuesto en el libro. Entonces, Flagg crea unos personajes que probablemente durante la época fueran racista y, por ello, lo tachas de racista; yo considero que es un libro bastante realista, precisamente, no te miente y te lo pinta todo de rosa eliminando algo fundamental de la época.
Quizá algo que me ha cuestionado más allá de esto, son las contradicciones de los personajes, pero es que la vez eso los hace más reales. Con lo cual no lo considero un error.
¿Recomiendo el libro?
Por supuesto. Es una lectura ligera y distendida, sin embargo, te hace reflexionar hasta límites insospechables y es una lectura muy reconfortante. Te ríes, lloras, adoras a los personajes, aprendes; por eso, como ya he comentado al inicio cuando acaba te sientes vacía y llena a la vez.
En estas próximas semanas intentaré ver la adaptación cinematográfica realizada por Jon Avnet en 1991 y os la comentaré.
También quiero hacer especial mención a que este es un libro elegido por el Club del libro: Libros Olvidados. Este próximo mes leeremos Te llamaré viernes de Almudena Grandes; estáis invitados a uniros al reto.
Espero que estéis pasando unas bonitas fiestas y os traigan muchos libros.
Os leo en comentarios acerca de vuestras impresiones del libro.
Una lectora singular.
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1 año
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