Persona normal de Benito Taibo
«La literatura es un tesoro y hay que compartirlo»
Capítulo: De la velocidad del pensamiento
Benito Taibo (1960) es un periodista, escritor y poeta mexicano, principalmente conocido por su obra Persona Normal (2011), a pesar de haber escrito un total de ocho obras y alguna que otra coautoría.
En un artículo publicado en la página web de la fundación UAM nos lo define como: Benito es un viejo joven. Con 53 años habla como si tuviera 17. Tiene la paciencia de un hombre de su edad, pero es tan espontáneo como el niño que apenas está saliendo de educación básica. Por eso disfruta como pocos el contacto con sus lectores más cercanos.
Curiosamente, al leer dichas palabras, pensé que el autor había creado una voz propia para el personaje de Sebastián en Persona Normal, ahora mismo empiezo a dudarlo.
¿De qué va exactamente?
«la gente ve exclusivamente lo que quiere ver»
Capítulo: Victorias Pírricas y verdades de perogrullo
Persona Normal trata de la historia de la vida de Sebastián desde el momento en que se va a vivir con su tío Paco después de la muerte de sus padres. En sus páginas recorremos los momentos más emblemáticos que nos quiere contar el muchacho, sobre todo, en torno de la imaginación inculcada por su tío, la literatura, el amor, la muerte, la amistad y, en especial, la familia. Una de las grandes reflexiones que nos muestra Sebastián es esa manera de cuestionarse si realmente él no es una persona normal o, mejor aún, se cuestiona ¿qué es una persona normal?
¿Qué me ha gustado?
El encanto principal del libro, el cual me hizo amarlo, es la forma de emplear la voz narrativa que tiene el autor. Como he comentado al principio, parecía que el autor sabía muy bien cómo crear una voz que fuera creciendo a medida que el protagonista crece; aunque después del comentario empiezo a dudarlo. Pero, sin lugar a dudas, uno de los principales atractivos de la obra es este. Vemos cómo Sebastián empieza con unas reflexiones como pequeñas pinceladas de acuarela y, a medida que va creciendo estas se convierten en trazas de rotulador fuertes.
Otro de los ganchos que tiene la obra son las grandes reflexiones que nos muestra el autor, las que principalmente me han llamado la atención las referentes a la literatura. Por ejemplo, me gustaría destacar esta en concreto:
«Dice el tío Paco cosas maravillosas sobre los libros […] «El libro es jardín que se puede llevar en los bolsillos, nave espacial que viaja en la mochilla, arma para enfrentar las mejores batallas y afrentar a los peores enemigos, semilla de libertad, pañuelo para las lágrimas. El libro es cama mullida y cama de clavos, el libro te obliga a pensar, a sonreír, a llorar, a enojarte ante lo injusto y aplaudir la venganza de los justos. El libro es comida, techo, asiento, ropa que me arropa, boca que besa mi boca. Lugar que contiene al universo.»
Capítulo: Cumpleaños número 13
Otro de los elementos que me han gustado del libro se encuentra al final. Considero que más de un libro debería realizar un compendio de todas las obras que aparecen durante la novela y recogerla al final del libro para que los lectores puedan acudir a ella y utilizarla de guía en sus futuras lecturas.
¿Qué no me ha gustado del libro?
Quizá uno de los elementos que no me ha gustado del libro y, a su vez, si (lo reconozco es un poco contradictorio), es precisamente la largura de los capítulos. Considero que al tratarse de un libro donde se podría decir que cada capítulo es un cuento relacionado con el resto, es apropiado que no sean sumamente largos, pero sí que en la mayoría de casos me ha faltado historia por contar, debido a que en el siguiente capítulo saltaba a algo totalmente diferente; eso me ha fallado sobremanera.
También me ha parecido innecesario la aparición de la tía Pili, considero que el personaje no es especialmente relevante y se le proporciona más importancia de la debida; sucede lo mismo con muchos de los amigos que aparecen a lo largo de la obra. Muchas veces cuántos menos personajes y mejor definidos mejor.
Cuesta encontrar malas críticas de este libro y debo reconocer que a mí me ha costado encontrar fallos. Tal vez, otro de los pequeños errores que se le puede adjudicar es que es demasiado positivo, hasta de las desgracias intenta sacarle el lado bueno; y considero que en muchas ocasiones es necesario demostrar que lo malo es malo porque sí y enseñar a gestionarlo, pero no volverlo algo positivo sin motivo alguno.
¿Recomiendo el libro?
Recomiendo 100 % este libro, sobre todo, a madres y padres, a profesorado en general, a hermanos mayores e incluso a hermanos menores; inclusive a personas que no son entusiastas de la lectura o aquellos que quieran una breve introducción al mundo de los libros. La forma del autor de contar los sentimientos del protagonista y de ver reflejada el interés, es fundamental a cualquier edad y considero que la sociedad avanzaría de mejor manera si mucha gente leyera este tipo de obras.
Una lectora singular
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8 meses
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