«A los diez años si hay algo que se sabe es que pase lo que pase habrá un final feliz. Los autores podrían sudar la gota gorda para asustarte, pero, en el fondo, sabes, no te cabe duda alguna de que a la larga imperará la justicia.”
Capítulo VI: Los festejos

William Goldman (1931-2018), fue un novelista, dramaturgo y guionista estadounidense. Principalmente, es conocido por el libro que vamos a comentar hoy La princesa prometida (1973); pero debemos tener en cuenta que también ganó dos Óscars por el guión original de Dos hombres y un destino (1969) y por la adaptación de Todos los hombres del presidente (1976).
Si hablamos de Goldman debemos hablar de S. Morgenstern y Harry Longbaugh, pseudónimos del autor utilizados para publicar alguna de sus novelas. En el caso del primero, es el que utilizará para publicar La princesa prometida, el libro que hoy no trae aquí.

¿De qué va exactamente?

¿Cómo futura reina, la bella Buttercup acaba raptada por tres hombres? Tres años antes, la lechera Buttercup jura amor eterno al mozo de labranza que trabajaba en su casa, Westley; pero este se marcha a hacer fortuna a las Américas. Con tan mala suerte, que la bella doncella se ve obligada a casarse con el príncipe Humperdick de Florin, un hombre al que solo le interesará la caza.
¿Qué sucede entonces para que la bella Buttercup acabe con el mejor esgrimista, el hombre más inteligente y el más fuerte del mundo? Ambientado en un mundo de fantasía medieval Goldman nos relata las aventuras de esta bella muchacha junto a sus captores y un misterioso hombre que intenta rescatarla. ¿Será finalmente feliz Buttercup?

¿Qué me ha gustado?

“―Todos seremos felices al final. Piensa un poco. Hace poco más de tres años, tú eras una lechera y yo era un mozo de labranza. Ahora tú casi eres reina y yo gobierno sin oposición alguna en los mares.”
Capítulo V: El anuncio.

Considero que lo que más me ha atraído de la novela es ir totalmente a ciegas con ella. Obviamente, sí que conocía el título y el argumento muy por encima y eso ha hecho que me sorprenda para bien. Considero que la prosa de Goldman es muy interesante y como mezcla la actualidad con la una novela famosa de otro país que su padre un día que estuvo enfermo le leyó, consigue que el atractivo sea mayor. Me parece muy interesante como puedes llegar a creerte que esto sucedió de verdad de la forma en la que está narrado. Otra de los atractivos de su prosa es como está tan pulida y la complementa con unas imágenes preciosas.
Por otra parte, me parece muy interesante la historia de amor que se esconde y como el propio autor en el momento más álgido de ese amor decide matar al protagonista; debo admitir que me lo creí.
Y otra de las cosas a favor de esta novela es el hecho de que Goldman expone que “decide eliminar” las partes menos interesantes del libro original para que así su hijo lo encuentre más interesante; es curioso como opino que es algo que todo lector en algún momento de su vida cuando ha estado leyendo ha llegado a decir Esto no debería de estar aquí o Si eliminas toda la paja del este libro sería la mitad y sería más interesante. Así que cuando lo leí me sentí totalmente identificada y me hizo amarlo.

¿Qué no me ha gustado del libro?

“― ¿Qué si te amo? Dios mío, si tu amor fuera un grano de arena, el mío sería un universo de playas. Si tu amor fuera….”
Capítulo I: La prometida.

Creo que el principal problema del libro o lo que realmente a mí me ha patinado, son las constantes interrupciones del texto con comentarios innecesarios del estilo: María su puso un sombrero de copa para ir a la peluquería (porque sí en aquella época ya existían las peluquerías, incluso antes que los sombreros de copa); entiendo la finalidad de estas interrupciones, pero en algunos momentos de la historia cuando más metida estaba en la novela y aparecía una, me frustraba mucho la lectura y se volvía algo tediosa.

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una novela que no he sido capaz de encontrarles más fallos; y eso es importante. Seguramente, tenga muchísimos más, sin embargo, la lectura me llegó en un momento necesario y sencillamente lo he disfrutado.

¿Recomiendo el libro?

¡Por supuesto! Es un clásico que todo el mundo debería leer. Y teniendo en cuenta que ha habido pocas cosas, por decir que solamente una no me ha gustado en especial del libro; solo por eso ya vale la pena.

Una lectora singular